
Terrores nocturnos y pesadillas
Conocer la diferencia entre pesadilla y terror nocturno es importante para saber cómo manejar la situación.
TERRORES NOCTURNOS
Los terrores nocturnos se dan durante la fase de sueño profundo, por tanto:
Pueden ocurrir desde muy temprana edad y suelen estar relacionados con la aparición de un hito del desarrollo, por falta de sueño o alteración de los patrones de sueño. En bebés se da, prácticamente siempre, por exceso cansancio y estimulación excesivos. Corrigiendo este punto, desaparecen.
¿QUÉ HACER?
PESADILLAS
Las pesadillas empiezan a aparecer a partir de los 2 años ya que en este momento se empieza a desarrollar la imaginación y por tanto los miedos. Son más comunes alrededor de los 3 años.
Suelen darse como consecuencia de situaciones externas que producen miedos en nuestro hijo. Situaciones como cambios grandes como cambiarles de habitación, empezar la guardería, etc. La estimulación excesiva antes de dormir ya sea por pantallas o por historias que puedan producir inquietud a vuestros hijos, hace que haya más posibilidades de tener pesadillas durante la noche.
Las pesadillas, al contrario de los terrores nocturnos, suceden en la fase REM del sueño, suelen finalizar con el despertar del bebé y por tanto sí que se recuerdan. Suelen ocurrir en la segunda mitad de la noche, siempre se despiertan alterados y con miedo, por lo tanto es importante reconfortarles.
Muchos expertos creen que las pesadillas forman parte del desarrollo de los bebés para aprender a generar mecanismos de defensa. Lo normal es que sean temporales y esporádicas, si se mantienen en el tiempo puede ser conveniente acudir a un especialista.